Eso es lo que por lo menos se espera, ya que la actuación de Rolito en esta madrugada de sábado fue una de las más pobres de su historia. Si bien es cierto que se vio superado por un rival que hizo gala de un buen funcionamiento de equipo, jugando a un toque y moviendose constantemente, los gélidos jamás pudieron trabajar maniobras conjuntas y fueron pura desconcentración en lo que a las marcas se refiere.
Así, y tras constantes llegadas de A Pata y distracciones a la hora de perseguirlos, los del Barcelona se pusieron en ventaja 3-0 al finalizar los 20 iniciales. Anemia en el marcaje que se vio acompañada, es preciso decirlo, por un mal desempeño en la ofensiva, con poca rotación de los delanteros que derivó en la creación de prácticamente ninguna oportunidad de gol.
El complemento fue una continuidad de la etapa inicial. A Pata siguió tocando, moviendo el balón, mientras que Rolito era puro desconcierto. Los goles en contra se multiplicaron y las anotaciones a favor brillaban por su ausencia. Recién con una desventaja de 0-6 llegaría el descuento tras gran pase del Pela y gol de Tucho y cuando las cosas estaban 1-7, nuevamente Tucho tras soberbio pase de Rodri (en una de las pocas que los delanteros que estuvieron en cancha pudieron conectarse) establecía el decorativo gol que sólo aportaría para un estadístico 2-9 final.
Se trató de la segunda peor derrota de la historia de Rolito, tras aquella caída por la semifinal de la Copa de Campeones ante Lito SD por 8-0. Un partido perdido que ha calado hondo en el equipo e implica un fuerte golpe anímico del cual habrá que levantarse lo antes posible, ya que Lope (rival directo en la lucha por la permanencia) está a la vuelta de la esquina.
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