El título refiere al nivel de Rolito, que no sólo venía de dos triunfos consecutivos, sino que había dado cuenta de un sobrebio nivel la semana pasada ante La Naranja Mecánica. En esta oportunidad, una vez más, el team gélido mostró la irregularidad que lo ha caracterizado a lo largo de todo el torneo y cayó 5-7 ante Es el Hermano de Mpenza.
La clave del match fue el paupérrimo primer tiempo que el equipo tuvo, en el cual jugó a un nivel que se pareció más al brindado ante A Pata que el ofrecido frente al equipo de Keki Sanchez. La consecuencia de esto fue que al finalizar los primeros 20 minutos la pizarra marcaba un 1-4 poco esperanzador (gol del Pela).
El complemento, si, fue otra historia. Una gran actuación grupal, mucho más cercana al verdadero nivel que el equipo puede presentar, generó que el match, que parecía sentenciado, ganara en emotividad. Sin embargo, y a pesar de estar en un momento 3-4 y en otro 4-5, jamás pudo alcanzarse el tan ansiado empate. Como consecuencia de ir e ir, el desbalance entre defensa y ataque permitió que los de Pascual pusieran el definitivo 5-7.
Una nueva derrota, que no hace más que confirmar fin de semana tras fin de semana lo irregular del equipo y el sabor agridulce que muchos sábados nos acompañó: el de sentir que nos han ganado equipos a los cuales deberíamos derrotar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario